Fray Luis de León Poeta, humanista y religioso
agustino español
- Como decíamos ayer.
- Dichoso el humilde estado del sabio que se retira de este mundo malvado.
- El amor verdadero no espera a ser invitado, antes él se invita y se ofrece primero.
- El bien hablar no es común, sino negocio de particular juicio.
- El estado de los casados es estado noble y santo y muy preciado de Dios.
- El que de la verdad vive, cualquiera que el sea, aunque ínfimo y vil, puede ser útil en algo.
- El que tiene buena mujer, es estimado por dichoso en tenerla y por virtuoso en haberla merecido tener.
- Estar en paz con uno mismo es el medio más seguro de comenzar a estarlo con los demás.
- Faltan palabras a la lengua para los sentimientos del alma.
- Infaltable compañera de la injusticia es la intemperancia.
- La caridad es la belleza del alma.
- La mujer no es tan loable por ser honesta, cuanto es torpe y abominable si no lo es.
- La paz es el blanco a donde enderezan su intento y el bien al que aspiran todas las cosas.
- La vida del Cristiano es una especie de milicia.
- Las almas inmortales, hechas a bien tamaño ¿podrán vivir de sombra y de engaño?
- Los pastores serán brutales, mientras las ovejas sean estúpidas.
- Mide Dios como medimos y perdona como perdonamos y nos socorre en la manera y las entrañas en que debemos socorrer.
- No hay cosa más cerca ni más lejos, más encubierta y más descubierta que Dios.
- Oh! deleitoso senos, repuestos valles, de mil bienes llenos.
- Para hacer el mal, cualquiera es poderoso.
- Si hay debajo de la Luna, cosa que sea estimada ... es la mujer buena.
- Y mientras miserablemente se están los otros abrasando de sed insaciable del no durable mando, tendido yo a la sombra este cantando.
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